La Nueva York-Barcelona Race con un regastista chileno

De 42 años de edad, y natural de un pueblo a una hora de la capital chilena Santiago de Chile, puede que para Muñoz sea su primera vez en un IMOCA, pero es uno de los regatistas con más experiencia oceánica de su país.

En 2008-09 navegó alrededor del mundo en doble durante la Portimão Global Ocean Race con el fallecido Felipe Cubillos, a bordo de un Class40, una versión pequeña del IMOCA 60. Posteriormente pasó a navegar con Cubillos a bordo del Desafío Cabo de Hornos en varios eventos en Europa, incluida la Rolex Fastnet Race .

"Todo empezó porque mi padre trabajaba en el sector náutico, en el mantenimiento y preparación de veleros en Chile", dice Muñoz sobre cómo se introdujo en este deporte. "Aprendí todo de él a una edad muy temprana, porque le acompañaba cuando estaba trabajando. De este modo aprendí los conceptos y la terminología de la vela ".

Salió a navegar por primera vez a los 12 años, en uno de los barcos en que su padre estaba trabajando, y al terminar el colegio con 18 años siguió sus pasos profesionales.

A través de su vieja amistad con Felipe Cubillos, uno de los mejores regatistas de Chile, le llegó la oportunidad de navegar alrededor del mundo. "La idea nació de su sueño de dar la vuelta al mundo y ser uno de los primeros navegantes chilenos en ganar una regata del más alto nivel. Competimos juntos durante ocho años y nos proclamamos campeones en Chile. Fue él quien me introdujo en este tipo de vela, por mi experiencia y por mi amor por la navegación. Él creyó en mí, en mi actitud, mis conocimientos de navegación y mi resistencia: durante todo el tiempo que he navegado, nunca he estado enfermo, así que soy resistente además de ser competitivo. Creo que hicimos un muy buen equipo ".

Como es de imaginar, Muñoz estaba deseando tener la oportunidad de graduarse en la Fórmula 1 de la vela oceánica y esta ocasión llegó gracias a la Fundació Navegació Oceànica Barcelona, como él mismo explica: "Guillermo (Altadill) tenía un proyecto con los organizadores de la Barcelona World Race. Estaban tratando de ampliar el alcance de la regata y se dieron cuenta de que un punto clave para ello era el cabo de Hornos. Para ayudar a poner de relieve lo que significa el cabo de Hornos, se dieron cuenta de que necesitaban un chileno, “pero ¿quién?” se preguntaban".

Tristemente, por aquel entonces su compañero de vuelta al mundo había fallecido, quedando Muñoz como único vueltamundista de su país, y por tanto la opción era obvia.

Para Muñoz, la primera oportunidad de navegar en un IMOCA 60 llegó cuando ayudó Altadill a llevar el Neutrogena de Cádiz a Inglaterra el pasado diciembre. "Entonces probamos nuestra compatibilidad a bordo y nos dimos cuenta de que trabajábamos bien juntos", dice.

Aunque Altadill aún tiene pendiente completar una vuelta al mundo en solitario, atesora seis circunnavegaciones en su haber, entre ellas cuatro Volvo Ocean Race, y unas 400.000 millas náuticas en su estela. Muñoz es muy consciente de ello: "Es fantástico tener la oportunidad de navegar con un experto y un profesional como Guillermo. Sus logros son enormes, así que será una experiencia única para mí. Realmente espero sacar el máximo provecho de ella ".

Para Muñoz el salto al IMOCA 60 será significativo. Afirma que las técnicas de navegación son las mismas, al igual que las velas y la mayoría del acastillaje. Sin embargo, los barcos de 60 pies son sustancialmente más grandes y más potentes . “Los barcos son más rápidos y más exigentes físicamente, así que voy a tener que trabajar un poco más duro. Ya he estado trabajando duro en el gimnasio para seguir desarrollando mi físico ".

Si bien actualmente el panorama de la vela en Chile está en crecimiento, la atención de la opinión pública sobre el deporte está concentrada. Como Muñoz dice: "Fútbol, fútbol y fútbol". Hay muy pocos navegantes conocidos en el país, pero afortunadamente, después de su regata de vuelta al mundo, Muñoz se puede considerar uno de ellos. " En general, el panorama de la vela está muy localizado en una región, pero se está desarrollando gracias a la pujanza de nuestra economía y debido a las oportunidades que se les ha dado a los jóvenes de aprender a navegar ".

Y la buena noticia es que esto significa que la IMOCA tiene ahora un país más siguiéndola, en consonancia con la visión deSir Keith Mills de globalizar la clase a través de su empresa de marketing, Open Sports Management.

Y esto podría significar que algún día Chile tenga su propia campaña de IMOCA 60. "Ese es el plan de futuro, un objetivo que me interesa", admite Muñoz. "Mucha gente está siguiendo este proyecto y también hay mucha gente a quien le gustaría estar en mi lugar, que dice que lo siguiente que debería hacer es mi propio proyecto chileno, por lo que me gustaría intentarlo. Espero en algún momento tener la oportunidad de navegar en solitario, aunque sea una travesía transatlántica, para ver si me siento capaz".