Didac Costa, en el Olimpo oceánico
Finaliza la Vendée Globe
108 días, 19 horas, 50 minutos y 45 segundos: Didac Costa ha conseguido su sueño y lo que parecía difícil, a veces muy difícil, lo ha conseguido. Con un presupuesto exiguo, conseguido principalmente a base de invertir ahorros personales y recurriendo al crowdfunding, el bombero barcelonés y su equipo han tenido que correr una carrera de obstáculos para cruzar hoy a la línea de llegada en Les Sables.
Después de ultimar la preparación del barco en la Base Oceánica de la FNOB, un rayo impactó en el palo quemando parte de la electrónica. Su equipo hizo malabarismos técnico-financieros para reponer los sistemas dañados y el One Planet, One Ocean pudo llegar a Les Sables a tiempo para tomar la salida.
Pero a las pocas horas de iniciar la regata, una vía de agua en el arraigo de uno de los tanques de lastre provocó una inundación que afectó a varios sistemas eléctricos. Didac tuvo que regresar a puerto y varios quipos ofrecieron su ayuda inmediatamente al One Planet, One Ocean para superar esta dificultad, como del Bureau Vallée de Louis Burton, comandado por Servane Escofier buena conocedora del barco, pues navegó con él en la Barcelona World Race 2007/08 como Educación Sin Fronteras. También los bomberos de Les Sables, colegas de español, acudieron con ayuda técnica.
Reparada la avería que había afectado al motor, las baterías y el generador, Didac zarpó de los pantalanes de Port Olona con cuatro días de retraso. En el momento de retomar la regata, el primer clasificado se encontraba a más de 1.100 millas de distancia. Ajeno al desánimo, Didac comentaba: “Las primeras horas no voy a pensar mucho en la regata sino en navegar y que todo estéen su sitio; más que en la regata voy a pensar en el barco. Luego poco a poco, coger el ritmo”.
Y lo hizo. El navegante catalán fue a más a medida que descendía por el Atlántico y el 24 de noviembre cruzó el ecuador a unas 320 millas del penúltimo clasificado, el francés Sébastien Destremau y a 650 millas del antepenúltimo, el irlandés Enda O’Coineen. Su fiel One Planet, One Ocean se sabía una ruta que realizaba por quinta vez y Didac se plantó en el Índico tras 30 días de navegación después de recuperar dos plazas en la general. "Después de lo que pasóen la salida, la valoración a día de hoy no puede ser mejor", comentó satisfecho Didac tras doblar Buena Esperanza.
Durante la travesía del Gran Sur, Didac tuvo que superar duros temporales, como el que le azotó al sur de Australia, y solventar múltiples averías, como los problemas con los pilotos automáticos, que sólo se quedaron en sobresaltos sin consecuencias, y algunas roturas en la timonería y el aparejo (leer más). Pero el principal problema que tuvo que afrontar el navegante y su equipo fue el de las velas. “Al quedarnos cortos de presupuesto no hemos podido renovar las velas y se han ido deteriorando, comentó Jordi Griso, “de las nueve con que salió, sólo le quedan cuatro plenamente operativas: perdió el génova, el genaker pequeño y el código 0 pequeño, y se le averió la mayor y la trinqueta, que tuvo que reparar como pudo. Estaúltima es un vela fundamental para no sobreutilizar el solent.. Tiene que evitar en lo posible utilizar velas en condiciones inadecuadas, pues entonces el desgaste es mayor, y esto es difícil paraél ahora con tantas unidades fuera de combate”.
El 20 de enero, Didac entró de nuevo en el Atlántico, pasando a formar parte del elenco de selectos navegantes que han doblado Hornos dos veces en dos años regateando alrededor del mundo. Durante el ascenso del último océano, Didac navegó codo a codo con Romain Attanasio, distanciándose del navegante francés tan sólo en el anticiclón de las Azores. Ayer, mientras se aproximaba a Les Sables, Didac comentó: “Después de navegar a tocar con él durante casi dos meses, lo echo un poco de menos. Aunque estresante, llegar juntos habría sido un gran final".
Didac he estado arropado por un gran equipo formado por Jordi Griso, Aleix Gelabert(con quien Didac navegó la pasada Barcelona Word Race 2014 en el mismo barco), Aitor Ocerín y Trabal Peña que han trabajado muy duro para poner a punto el barco con muy pocos recursos económicos. Su vinculación al proyecto significa todo un estímulo para la vela oceánica española que debe dejar una huella de continuidad en un deporte que atesora las mejores cualidades humanas: capacidad de gestión, esfuerzo físico y psicológico, valor, conocimiento científico y alta tecnología.
Didac ha participado en esta Vendée Globe como embajador de la Barcelona World Race 2018. Ambas vueltas al mundo configuran los pilares del Campeonato del Mundo IMOCA y conseguir acabar las dos supone un logro deportivo y humano extraordinario. La hazaña de Didac demuestra que en vela oceánica la capacidad de gestión de un proyecto corre pareja al potencial deportivo, físico y humano del navegante. El patrón del One Planet, One Ocean ha hecho historia y es una referencia a seguir para todos los navegantes españoles que aspiran a participar en la alta competición oceánica.
Fuente:barcelonaworldrace.org
Foto:One planet One ocean/Vendée Globe
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