El Team SCA consigue adelantar al MAPFRE a seis millas de la meta
Dejándolo último
El sabado día 7 de noviembre a las 13:47:32 de la tarde hora española el MAPFRE patroneado por Iker Martínez ha cruzado la línea de meta de la etapa 1 de la Volvo Ocean Race en Ciudad del Cabo, tras 27 días de navegación. Probablemente ésta haya sido una de las etapas más largas de una vuelta al mundo en la vida del regatista y medallista olímpico guipuzcoano. No sólo por las 6.478 millas náuticas de distancia oficial, casi 8.000 en la práctica, sino por lo complicado que ha resultado para una tripulación que partía como favorita, y que ha acabado en última posición, cuando el viento les ha jugado otra mala pasada a sólo 6 millas de la llegada. El MAPFRE ya veía claramente el frente marítimo de Ciudad del Cabo, cuando Martínez ha enviado a lo alto del mástil al brasileño André Fonseca, uno de sus hombres, buscando cualquier brizna de viento que les ayudara a acelerar hasta el final. Querían evitar así lo que, a juzgar por sus serios semblantes, ya se temían: que las chicas los rebasaran, lo que ha acabado por suceder.
"Estamos positivos, pero la verdad es que lo último que ha pasado...Ya ha sido demasiado", decía Iker Martínez, con semblante serio, nada más llegar al pantalán. "Me gusta mucho Cape Town, pero no creo que tengamos mucho tiempo para disfrutarlo. Tenemos una lista muy larga de cosas que mejorar".
La lucha constante por remontar y no perder posiciones ha sido la tónica de la etapa 1 para el único barco de bandera española de la flota, prácticamente desde que cruzaran el estrecho de Gibraltar y se adentraran en el Atlántico. "Nos ha faltado viento durante toda la etapa", se lamentaba Martínez. Durante los dos primeros días tras la salida de Alicante el 11 de octubre, el equipo mantuvo una estrategia conservadora, sin separarse del grupo. Como el resto de los participantes tenían claro que, con el nuevo concepto monotipo, barcos exactamente iguales, descolgarse podía equivaler a perder la etapa. MAPFRE se mantuvo en los puestos de cabeza hasta el tercer día, y fue cuando bajaba por la costa marroquí que comenzó a perder terreno. El navegante francés del MAPFRE Nico Lunven, reputado regatista en solitario y ganador de la Solitaire du Figaro, intentó remontar terreno acercándose más a la costa africana, en la que ha sido una de sus tácticas durante toda la etapa, la de aproximarse a tierra cuando ha podido. Así consiguieron remontar posiciones cuando se acercaban a aguas mauritanas, y se mantuvieron delante también al cruzar Cabo Verde por el centro de las islas.
Sin embargo, el paso por los doldrums o calmas ecuatoriales, uno de los momentos decisivos de la etapa 1, a mediados de octubre, no salió como esperaban, y fue aquí donde perdieron un terreno que no pudieron volver a recuperar. MAPFRE entró en esta zona, una de las más difíciles de preveer meteorológicamente hablando del planeta, en el grupo de cabeza, y se situó en una posición central respecto a los demás. Pero fueron las opciones más al Este y al Oeste las beneficiadas por el viento, y los de Iker Martínez se quedaron estancados. Así, eran sextos cuando, por fin, conseguían salir de los doldrums, cruzar el Ecuador, y llegar a la costa brasileña.
A partir de este momento la batalla de MAPFRE se desarrollaba con lo barcos de la retaguardia, Team Alvimedica y Team SCA, y consigo mismo. En busca de alternativas a la estrategia de la flota que le permitieran remontar, Lunven se pegaba de nuevo a la costa, en este caso la brasileña, y se mantenía al Oeste de la flota rumbo Sur, en busca de los vientos que soplan en el paralelo 40 en dirección Este-Oeste, hacia Ciudad del Cabo. "Lo importante es no perder ese tren ahora. Si no cogemos el mismo que el resto de la flota, adiós", explicaba entonces Iker Martínez. En aquél momento 359 millas les separaban del líder, una distancia que el vasco aún no consideraba insalvable. Pero cuando ésta se fue incrementando y aún les quedaban unas 1.000 millas para la llegada -1.852 kilómetros-, decidieron buscar el viento algo más al norte, y se metieron en el borde de un anticiclón, lo que acabó con sus esperanzas.
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